miércoles, 11 de diciembre de 2013

Eso.

     Que duro es ser consciente de lo poco que le preocupamos a los demás, no en el sentido de no importarle a nadie, sino en el sentido de no importarle tanto como te gustaría... A la persona que lo es todo para ti. 
     No sé si será cuestión de ser mujer u hombre, pero tengo la sensación de que nosotras... Las mujeres, tenemos una capacidad inherente a nosotras de preocuparnos por los demás más de lo necesario, y claro... Solemos ser bastante estúpidas ya que una parte de nosotras siempre espera que el otro... Haga lo que nosotras haríamos en su lugar, algo que pensamos que es lo más lógico cuando quieres, sientes cariño o amas a alguien. ¿Qué vamos a hacer...? Si les decimos a esas personas lo que nos hubiese gustado que nos hicieran o dijesen... Y lo hacen, ya no tiene mérito, ya no vale nada.
    Nosotras no somos complicadas, solo queremos que las acciones, las preguntas, las preocupaciones que las personas nos hagan y tengan sobre nosotras... Les nazcan de Corazón, que nadie les tenga que insinuar nada, porque si realmente quieres a esa persona... ¿Cómo no puedes preocuparte de cómo se siente, de qué le ocurre en el día, etc.?
     Ojalá pudiésemos quitarnos todo eso de la cabeza, pero como ya he dicho... Es inherente a nosotras, sin embargo, todo cuando analizamos y pensamos se convierte en algo maravilloso cuando amamos a alguien, porque analizamos cada beso, cada caricia, cada detalle... Y eso, es lo que nos hace tan especiales del resto de la humanidad