sábado, 28 de mayo de 2011

Los Abrazas.

     Como la primera fiesta, como la última gota de la mayor lluvia del mundo, como un tsunami en pleno desierto, tal y como sentir una pluma rozar tu piel, como un regalo sin ninguna razón, como la lágrima de felicidad de tu mejor amiga, como lo que es... algo perfecto.
     ¿Qué ocurre? Las cosas están cambiando... no sabes si para bien o para mal, ni si quiera sabes el por qué están cambiando, tú estás bien... tú estabas tranquila en tu sillón viendo una película preciosa de una pareja de enamorados, pero te quedas dormida, algo normal en ti cuando has tenido un largo día, cierras los ojos muy despacito, sabes que no debes quedarte dormida, tienes muchas cosas que hacer y además... te encantaría ver el final de la película, porque aunque todos sepamos que acaba con un beso eterno, nos encanta verlo y saberlo a ciencia cierta, pero no puedes evitarlo... te duermes.
     Un Sueño, un maldito sueño recorre toda tu mente, él... ella... ellos... personas que no están, personas que con el tiempo... que con los días... te defraudaron, o te dejaron de lado, o sencillamente se olvidaron de ti, ¿y tú que haces? Sueñas con ellos... 
     En el sueño todo es extraño, tal y como es propio de los sueños, ves a esas personas que tanto quisiste, a aquellas que tanto daño te hicieron, pero tú no controlas el sueño, en él no es como en la vida real, no los observas recordando las lágrimas, sino que los miras desde los buenos recuerdos, desde los momentos tan bonitos que te hicieron pasar, desde el corazón... 
     Los miras y solo eres capaz de sonreírles, de a pesar de tú haberlo pasado mal, pedirles perdón con la mirada, y olvidando el dolor, olvidando las lágrimas, olvidando lo que pudo y nunca fue, olvidando los por qué, simplemente te acerca mirándolos a los ojos, sonríes y... Los Abrazas.
     Despiertas... sientes que debes hacer algo, por la razón de que has comprendido que de nada vale separar a personas que fueron importantes para ti, de que nada vale vivir con un dolor y un rencor interno, de nada vale... Así que los buscas, uno a uno, no te importa lo que piensen de tu llamada, de tu mensaje... no importa, los reúnes... los miras... sonríes y... Los Abrazas.

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