jueves, 30 de septiembre de 2010

Lástima.

     No te diste cuenta en su momento, y ahora...es tarde.
     Por ti hubiese entregado todo el dinero del mundo, por tu hubiese renunciado a la felicidad, porque sabía que la recuperaría en cuanto fueses mío, por ti le hubiese gritado al mundo entero, ¿pero no lo sabías no? No sabías que yo por ti hubiese hecho cualquier cosa.
     Realmente me da lástima, creo que hubiese podido ser algo bonito, algo especial, pero no pudo ser, tú no eras para mi, y yo no era para ti...aún así me duele no saber el qué hubiese ocurrido, supongo que es normal, tengo la intuición que hubiese sido feliz, y por otro que de tanto pensar en ello la curiosidad siempre mata al gato.
     Ya no vale de nada pensar en ello, pero soñé tantas y tantas cosas, quise hacer tantos y tantos planes, y...la cuestión de todo era que...me daba igual dónde y cuándo estar, tan solo me importaba que tú estuvieses conmigo, pero ahora te has ido, ahora estás muy lejos, y ahora ya no es lo mismo.
     Ahora yo he perdido las ilusiones por muchas cosas, ahora yo ya no miro las cosas de la misma manera, ahora no quiero soñar, ahora...las cosas han cambiado.
     Siento haberte olvidado, realmente creo que te arrepentirás, realmente creo que...seré feliz algún día.
     Te deseo lo mejor en la vida, siempre lo haré, siempre te tendré un cariño especial, pero es hora de mirar el mañana y despedirse del ayer, un ayer del que siempre tendré bonitos recuerdos, un ayer en el que jugamos como niños, pero tan solo eso, un ayer.
     Algún día nos volveremos a ver, supongo que algún día te diré todo lo que no te dije, supongo que...no importa, ya me cansé de suponer, si algún día te vuelvo a ver te contaré muchas cosas, y supongo que...me importa el mañana, porque es eso se basa mi día a día, en vivir el hoy, y pensar en el mañana.

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