martes, 7 de diciembre de 2010

Una Rosa.

     Una Rosa. Algo simbólico, algo con lo que muchos se identifican, algo en lo que muchos ven el amor, otros el dolor, y otros todo a la misma vez.
     Una Rosa. Algo especial para muchos e insignificante para otros, una flor especial a las demás, una flor que refleja la realidad con su parte buena y su parte mala.
     Una Rosa es un mundo, es la vida de una persona, es el reflejo de lo bellas que son las cosas, de lo mucho que sonreímos cuando conseguimos lo que queremos, de como disfrutamos cuando tenemos lo que queríamos, y también tiene al igual que la realidad, esas pequeñas espinas que se ocultan tras todo lo bueno, ese algo que algunos olvidan, ese algo que muchos nunca olvidan.
     Una Rosa refleja el miedo de alguien, refleja las lágrimas que alguien derramó al pincharse con las espinas, de como se confió, de como creyó que todo era fácil, que todo estaba perfecto, y sin darse cuenta, sin terminar de llegar a disfrutar de lo que quería, se pincha... se pincha con una de las tantas espinas que estaban ocultas, y llora... pero no llora por el dolor de la espina clavada en su piel, llora porque a la próxima vez sabrá que puede encontrarse espinas. De esa manera no disfrutará de algo tanto como la primera vez que poseyó una rosa, porque esa vez aunque el mundo entero le gritara que tuviese cuidado, ella jamás los escucharía, ella seguiría sonriendo y palpando su hermosa rosa, una rosa que juró que nunca se marchitaría, una rosa... que acabó falleciendo, una rosa que acabó significando lo más mínimo para aquella chica.
     ¿Por qué una Rosa? Y... ¿por qué no? Cada espina, representará el dolor de unas lágrimas, la impotencia de luchar contra lo imposible, la vida de alguien que luchó por demostrar que todas las rosas tienen espinas, pero incluso aquella persona que se ha pinchado miles de veces, incluso aquella que sangra día a día, incluso ella te diría que no tengas miedo... que vale la pena el pinchazo, vale la pena imaginar que no existen las espinas, porque... ¿y qué que no sea verdad? Serás feliz hasta que encuentres esa espina que todo lo estropee, pero mientras tanto tú palparás tu rosa, y le demostrarás al mundo que no existen las espinas, hasta que alguien te demuestre lo contrario.
     Y la conclusión de todo... Una Rosa. Una Vida. Un Amor. Un Dolor. Una Lágrima. Una Flor. Tan solo... Una simple Rosa.

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