miércoles, 9 de marzo de 2011

Alas...

     El día en que todo acabe, ese día será un día extraño. Se acabarán las discusiones, se acabarán los gritos, los menosprecios por alguien, se acabarán las lágrimas, se acabarán las pocas esperanzas que quedaban, se acabarán las pesadillas, se acabarán las súplicas, todo... absolutamente todo... acabará.
     En ocasiones deseas que llegue, deseas cualquier cosa diferente a esto, cualquiera que se encuentre a tu alcance, en ocasiones deseas acelerar el tiempo, pero... solo en ocasiones.
     Otras supongo que te sientas en tu sofá o en tu cama, y lloras... tan solo te desahogas por querer lo que imposible, por querer que alguien cambie de cualquier manera, por desear vivir en una eterna sonrisa, pero también lloras porque como bien dije, en ocasiones, también te sientes afortunada, puede que sea por el simple hecho de que esto es lo único que tienes, pero en muchas ocasiones, incluso cuando el coraje se apodera de ti, pones la mano sobre el fuego asegurando que no cambiarías lo que tienes por nada, porque para ti nunca habrá nada mejor, puede que sea porque no lo has conocido, o porque no se puede echar de menos lo desconocido, pero eso no te importa, lo único importante para ti es esto.
     El día en que todo acabe, ese día será un día extraño. No habrán sonrisas, no habrán sueños inesperados, sorpresas que salen de la nada, el día... en que todo acabe, no habrá marcha atrás, ese día quizás te des cuenta que lo que has estado esperando ansiosa... tampoco era para tanto, quizás estés mejor aquí que en cualquier otro lugar, quizás...
     Lo sé, no puede evitar desearlo, desear un cambio, desear romper el cascarón, pero... te voy a decir algo, ya estás fuera, lo rompiste hace tiempo, quisiste volar hace poco, y también hace poco te diste tu primera caída, y ahora... ahora que estás deseando salir por el mundo a volar sola... sin que nadie te ordene cómo mover tus alas, sin que nadie te diga hacia dónde ir, ahora es cuando aprenderás que en todos los cielos hay caídas, y poco a poco... con el tiempo, volarás tú sola, y también con el tiempo te darás cuenta que siempre era mejor la compañía, y que la moraleja de todo, era no estar sola cuando tropezaras, era tener a alguien que te curase las alas, era llorar... para valorar las sonrisas, era sufrir... para conseguir la felicidad. Y con el tiempo te darás cuenta... que lo que quieres que algún día acabe... Nunca Acabará.

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