lunes, 20 de junio de 2011

No Importa.

     Algo cambia, algo se acciona, algo ocurre, ¿bueno? ¿malo? No importa, eso no significa mucho ahora.
     Estás... ¿Sonriendo? ¿Feliz? ¿Boba? ¿Volando? No... no importa, estás aquí y quieres hablar con tus... 2, 5, 10, 21 amigos... te da igual, quieres hablar con todo el mundo, contarles cómo te sientes, contarles lo que ha pasado, contarles tu cambio, que... quizás ha surgido de una llamada, un beso, un sonrisa, ¿sabes qué? Que eso tampoco importa, quieres hablarlo y repetirlo una y otra vez, contarlo y escuchar las 200 versiones que tienes de los mismos hechos, sonreír al recordar una y otra y otra vez ésa acción ése... algo o alguien que ha producido el cambio.
     Estás... sí, sonriendo, es una de esas sonrisas sin razón, bueno... no, la razón es una, sencilla y tierna, delicada y superficial, la razón es...
     No importa que esté bien, no importa que esté mal, tampoco que sea un comienzo o un final, ni si quiera que no esté... que sea todo cosa tuya, tampoco debe importante, porque el cambio... ya se ha hecho.
     Y lo sientes, a tu lado, cerca, escuchando el suave bombeo de su corazón contra tu oído, o quizás de sus labios contra tu nuca, o de sus dedos entrelazados con los tuyos, pero... tampoco importa.
     Grítalo, hazlo, saca esas ganas terribles por explicarle a todo el mundo tu versión de los hechos, de explicar lo que has sentido aunque no haya ocurrido nada, cuéntale a la luna lo que ha visto de lejos, dile a las nubes que es cierto lo que han visto... y que aunque tú lo vivas, y lo veas de una manera, y ése algo o alguien lo vea... o lo sienta de otra, lo cierto es que... Eso Tampoco No Importa.

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