A Él.

     En otro lugar, con otras personas, otros colores, otros árboles, animales... todo diferente, incluso el tiempo es distinto, pero... hay algo que no cambia, algo que es igual aquí, allá, en todos los lugares, en todos los momentos, con todos los colores y con cientos de personas a tu alrededor, y es que... él... está en tu mente, él no se aleja de ti incluso estando a miles de kilómetros, es que a pesar de alejarte, de gritar y gritar para no escuchar las palabras obvias, sabes que es él.
     Cambias, decides acelerar el tiempo porque quieres ver algo, quieres saber lo que nadie sabe, pero prefieres no hacerlo... llevas un par de kilómetros, un par de semanas más avanzada que el mundo entero, pero eso no es lo que quieres, quieres que luchen por ti, que alguien sea capaz de hacer cualquier cosa por verte sonreír, quieres que te cuenten historias adornadas y con final feliz, quieres que sean capaces de ir hasta el fin del mundo cogido de tu mano, quieres... da igual, en el fondo prefieres no aceptar que sabes lo que quieres, porque querrías ir a por ello pero... no es posible.
     Así que no importa, lo que tú quieras acabará por no tener importancia para ti, pero cuando llegue alguien para el que... tú, lo que tú quieras sea lo más importante, ahí las cosas cambiarán... y ahí lo que tú quieras, será solo a Él.