sábado, 27 de agosto de 2011

Per-fec-ta.

     Una persona que llega sin más, que rompe tus esquemas y destroza tus ideas, una persona con la que las ilusiones vuelven a ti, con la que una mirada es más importante que cualquier otra cosa, con la que una caricia supone otro capítulo en la bonita historia, una persona que quiere quedarse a tu lado, que sin saberlo sabes que no te fallara por la sencilla razón de que... te quiere, y sabes que debes confiar en él, porque no hacerlo podría ser el mayor error de tu vida, así que... ¿por qué no? Lo haces, confías en él.
     Tal y como la melodía de una canción, sin previo aviso, mejor con cada segundo que pasa, con ganas de escuchar la parte que consigue que las demás canciones no tengan mera importancia, sin ganas de que acabe, teniendo la bella esperanza de que durará para siempre y que... aunque sepas que no es así, suena bien el creerse esa mentira.
     No sé... pero tienes que entenderme, es como si... imagínate que un meteorito cayese sobre tu casa y lo dejase todo destrozado, cambia tu mundo entero pero... no tienes miedo, es más... te sientes afortunada de que ese meteorito te haya escogido a ti, porque te ha hecho ver que ese no era tu lugar, y que en el fondo sabes cual y debes ir a él...
     No sé... pero lo entenderás con el tiempo. Es Perfecto, sí... Como lo oyes, tal y como lo lees... Perfecto, al fin y al cabo... es el comienzo de una bonita historia, una preciosa historia que se titulará... Per-fec-ta.

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