sábado, 5 de mayo de 2012

La línea.

     Desde el comienzo de nuestra vida, nos colocan en una línea, nuestros padres nos la dibujan de muchos colores para que veamos lo bella que puede llegar a ser. Tú comienzas a caminar... y ya tu madre no te coge en brazos. Vas con ellos de la mano y te cansas de tanto andar ¿acaso no vas a llegar nunca al final? Pero nadie te contesta a esa pregunta por mucho que la grites.
     Sigues caminando, poco a poco vas siendo más grande, te vas alejando de tus padres y acercando a algunos amigos, pero no te confundas, tus padres no se han ido, siguen ahí... detrás tuya, esperando a que te caigas para agarrarte con fuerza, por mucho que tú te empeñes en creer que ya se han cansado de seguir tus pasos.
     La línea no acaba, hay días que está de colores bonitos, y algunos otros de colores más oscuros, pero tú tienes q seguir caminando, sabes que no puedes detenerte... porque si lo haces, todas las personas que caminan detrás tuya... chocarán contra ti, te harán daño y no dudarán en adelantarte.
     Ya está, no puedes más... has llegado al punto en que harías lo que fuera por cambiar de recorrido, por dejar de seguir una estúpida línea recta, y ¿sabes qué? Lo haces. Movido por un impulso y un cosquilleo que recorre todo tu cuerpo, miras a tu alrededor... y te apartas del camino, de esa línea que tanto tiempo lleva siguiendo. Te has quedado solo, pero no importa, poco a poco... volverás a ver a las personas que te importan, siguen ahí... aunque no las veas, pero es el momento de hacer tu propia línea, en la dirección que a ti te dé la gana, con las curvas y los colores que tú decidas. Porque son Tus Decisiones. Porque es... Tu Vida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario