lunes, 27 de septiembre de 2010

Un Sueño.

     Feliz, estás sentada en una silla, todo lo que hay a tu alrededor es tal y como siempre soñaste, están las personas que quieres, están las personas que querrás, están los que quisiste y jamás dejaste de querer, están tus amigos, vecinos, conocidos, están todas aquellas personas a las que le mostraste una sonrisa en el día menos esperado.
     Tienes ganas de todo, de jugar, de reír, de cantar, de bailar, podrías hacerlo todo a la vez, y necesitas hacerlo porque sientes que todo aquello durará, que esa brisa de aire fresco que recorre todo tu cuerpo, dejará de latir dentro de ti, que toda esa vida que tienes por dar, puede que pronto se apague como la llama de una hoguera.
     Todas las personas te miran y te sonríen, quieren devolverte lo mismo que tú les distes un día, algunos te aportan felicidad, otros calma, con otros derramas lágrimas porque después de mucho tiempo vuelves a verlos, y deseas quedarte con ellos para siempre, porque al fin y al cabo todas esas personas te quieren, todas ellas te han dado vida y felicidad, y se merecen tenerte, pero la vida es injusta, y a muchos se los lleva, a otros los aparta, y a otros los hace insignificantes...
     Pasan 5 cinco segundos antes de que empieces a sentir un sudor frío caer por tu nuca, algo termina, es el momento de cambiar el lugar donde te encuentras, todo cuanto estaba a tu alrededor, las personas, la silla, el cielo, el mar...desaparece, y entiendes todo lo que va a ocurrir, entiendes el por qué de ver a todas aquellas personas, el por qué de ver a la gente que querías y que tanto anhelabas volver a ver.
     Despiertas, te levantas de la cama y levantas la persiana, tienes dos pensamientos, el primero tiene ganas de llorar por descubrir que todo ese lugar donde tan feliz te sentías, tan solo era un sueño, y el otro por el contrario, quiere sonreír, quiere darle gracias a lo que quiera que sea que te ha producido ese sueño, porque gracias a él has visto a todas las personas que fueron y son importantes para ti, personas que aunque día a día no las veas, aunque día a día no hables con ellas, siempre te alegras de ver, y que por suerte o por desgracia no todas estarán todo tu vida junto a ti, por lo que ahora tú harás tu sueño el de otra persona, te harás tan importante para los demás, como ellos lo fueron para ti.

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