Partida Perdida.

     Es un alivio aprender que no era para ti, en el fondo supongo que te alegra el saber que no llorarás por él, el que poco a poco... dejarás de darle importancia en sueños, que muy poco a poco dejarás de imaginar tardes y conversaciones a su lado, porque no era tuyo, no te pertenecía o simplemente no pudo ser.
     Imaginemos la vida cómo una especie de juego con sus fichas, pues... hay circunstancias en la vida en las que... debes salir del juego, debes apartar tu ficha porque crees que va a ser lo mejor, porque no puedes ponerte a jugar en la partida que no te toca, o querer entrar en una partida que ya está ganada, quizás creíste que era tu partida, quizás por un momento pensabas que era tu momento, pero ese quizás supuso la posibilidad de que no fuese así... y así fue. 
     No te preocupes, miras a tu alrededor y solo ves la caja del juego, ni si quiera ves más partidas en las que puedas o debas estar, pero tranquila... sin prisa, olvida esa partida, ese en la que no debiste meterte, esa en la que debes dejar de pensar, intenta cambiar de color, intenta pensar en otro juego, intenta quitarle importancia a todo lo que tanto la tiene para ti... pero que no la tiene para los demás. 
     A partir de ahora vas a empezar tú tu propia partida, no vas a buscar, te van a encontrar, te van a pedir entrar en tu juego, te van a enseñar a jugar de la mejor manera, y en todo el tiempo en que deberás olvidar aquella partida que creíste que era tuya y ya estaba ganada, vas a prepararte en la tuya, así que... Comienza El Juego.