Todo... Por Él.

     Todo, sí... ésa es la palabra, porque Todo es lo que serías capaz de dar por él, pero no ése Todo del todo o la nada, sino el Todo del Todo, exactamente cualquier cosa que se te pasara por la cabeza. 

     Eres capaz de Todo por él... son palabras que necesitan un trasfondo realmente impresionante... no se puede describrir muy bien, quizás una mirada... quizás ése brillo en los ojos, o esa sonrisa inevitable al escuchar su nombre, sí... quizás alguna de esas cosas lo pueda reflejar. Pero es asombroso que por él... por una persona, renuncias a conocer a más, renuncies a tiempo con tus amigas por él, renuncies a dejar de soñar con el amor perfecto... porque lo has encontrado, que por él seas capaz de irte lejos... muy lejos, de estudiar fuera, de caminar de puntillas por un bordillo, también que por él capaz seas de quererlo a distancia... sí... a distancia, esa estúpida palabra que intenta meternos en la cabeza que puede con todo, pero... aquí estás tú... demostrando que ni si quiera ella puede alejarte de él.
     Y tú preguntas... ¿Porqué no intentarlo? Y yo te contesto que... Es verdad, ¿por qué no? Ni palabras, ni personas, ni... la distancia, impedirá que lo quieras, impedirá que lo esperes día y noche, que sufras durante semanas... pero que valga la pena por minutos a su lado... nada... absolutamente nada... Porque un Todo es lo que darías por él... porque en este caso tu Todo es tu vida, y tu vida... Ahora Es Él.