domingo, 8 de julio de 2012

Hasta pronto...

     Existen las lágrimas, las sonrisas, las mentiras y las verdades. Existen los besos y las caricias, los roces y las palabras. Existen las buenas canciones, los ríos y los prados, las voces que ponen la piel de gallina, los susurros que calman a una persona, los te quiero que sellan algo durante un tiempo. Existen cientos de cosas, 50 que ves, y otras 50 que ni si quiera eres capaz de ver, pero hay algo que suena en nuestras palabras muchas veces, cuando lo cierto es que... no existe como algo real, como algo posible.
   Despedirse de algo, sin esperanza de conseguirlo o de recuperarlo, ¿de verdad eres capaz de asegurármelo? No nos asustemos, dejemos de llorar por tener que despedirnos, porque siento deciros... Que aquí nadie se despide de nadie, ni si quiera cuando una persona fallece, porque nunca morirá si mantienes su recuerdo. 
     Todo va a salir bien, porque nunca te vas a despedir de nadie, vas a dejarlo fuera de tu vida durante un tiempo, vas a comenzar algo en lo que esa o esas personas no están, pero no te preocupes... Volverán o volverás, si algo quieres de verdad... Nunca se marchará, porque ahí estarás tú para ir detrás de ello. 
     No te despidas, solo da un abrazo como la darías otro día cualquiera, y sin una sola lágrima y con una gran sonrisa, espera para decirle o decirles... Hasta Pronto.

lunes, 2 de julio de 2012

La causa de mi sonrisa = Tú

     Desde hace muchísimos años, las personas buscan el fin de las cosas, lo que llaman la finalidad de algo. Y sencillamente pierden todo su tiempo en un fin posiblemente inexistente, olvidando que lo que pueden saber, y lo que pueden llegar a entender, es la causa de ese algo.
     Hoy he sabido... que la causa de la felicidad de una madre puede ser su hijo, he querido creerme que la felicidad de un niño se bastaba con su juguete, y todo esto se divide en pequeños momentos protagonizados por sonrisas.
     Le debemos muchas sonrisas a muchas personas, en distintos momentos, en distintos lugares y por distintas razones, sobretodo por distintas razones, pero siempre hay alguien de quien te acuerdas cuando te acuestas en la cama por la noche, siempre hay alguien que consigue que la sonrisa no desaparezca, sino que se quede en ti... durante un tiempo. 
     Hay alguien en quien puedes pensar para saber quién es el/la causante de tu sonrisa, búscalo... tan solo para que lo abraces con fuerza y no se pueda escapar nunca más, para que le digas lo primordial que es para ti... Y que de esa manera intente no hacerte daño nunca.
     Y ahora que sabes la causa de tu sonrisa, te presento a su finalidad, la que esa persona quiere y consigue con cada uno de tus sonrisas, que tú... seas feliz.
   

En cualquier lugar.

     Suena el reloj, todas las personas se levantan para despedirse de ti, tú no entiendes muy bien todo lo que está pasando, pero algo te dice que tienes que irte. 
     Que no quieras, no significa que no tengas que hacerlo, por mil y una estúpida razón que te llevarán a dos o tres razones lógicas. Sientes que vas a perder todo cuanto has encerrado en una pequeña caja, amigos, familia, recuerdos... Pero tú te empeñas en intentar encerrarlos a todos en una pequeña maleta de vieja, te empeñas en llevarte 500 fotos para no olvidar nunca lo que pierdes durante un tiempo.
     Lo que te preocupa no eres tú, sino ellos, porque igual tú sí que los encierras en esa maleta, pero ellos no se marchan... Y ante tu ausencia puede llegar la costumbre de estar sin ti, y poco a poco... que no seas más que un recuerdos, un bonito y hermoso recuerdo del pasado.
     No te preocupes... Te dice algo por dentro, todo va a salir bien... Y si pierdes, ganarás, porque no abandonas algo, sino que otro algo te pide, te necesita y lo necesitas aunque no lo entiendas en ese momento. Y ahí estás tú, con tu pequeña maleta de viaje... recordando a cada segundo tus mejores momentos vividos, para no olvidarlos nunca... Vayas a donde vayas.