Es maravilloso... Es como ver la perfección de belleza, como sentir un aliento tras la nuca, como vivir bajo la lluvia, como poder respirar debajo del agua, es... encontrar a la persona a la que dedicarle todo tu tiempo.
Considerabas tu tiempo oro, realmente creías que no estabas para perderlo, y de la noche a la mañana descubres que tu tiempo es valioso dependiendo de con quien lo compartes, y de un día para otro encuentras a una persona a la que quieres dárselo todo y no le pides lo mismo, tan solo te basta con tiempo, con parte de su tiempo.
Tu vida es tu tiempo, y darte cuenta de que no te importaría, no... mejor dicho, de que quieres darle tu tiempo a una sola persona es... Querer darle toda tu vida. En ese momento que se calle todo el mundo la boca, que digan lo que quieran porque no vas a escucharlos. Tú ya has hecho lo complicado, que es decidir a quién y por qué entregar tu tiempo, el quién... No te hizo mucho esfuerzo averiguarlo al darte cuenta de lo mucho que lo necesitabas para ser feliz, y el por qué... Pues te costó un poco más encontrarlo por todo el miedo y por todo el daño que puede causarte saberlo, pero lo cierto es que... ya no te importa porque lo supiste desde el momento en que se acercó a ti: Porque estás enamorada.
Te quejas de la rutina, de los días con calor o los días con frío, protestas de comer siempre lo mismo, de tener la misma ropa día a día, de las mismas caras cada mañana, te molesta que justo a esa hora hagan ese programa, que no haya una noche en la que todo sea perfecto, que tu madre te llame la atención por la luz que adoras dejar encendida, te quejas todos los días diciendo que te levantas con la pierna izquierda, y...y...
Calla ya... las cosas son más fáciles a como te empeñas en vivirlas, si todo te aburre y todo te cansa, cámbialo, no lo hago fácil... es que es así de fácil, si no te gusta la comida de siempre prepara algo nuevo, si no te gusta el programa cambia de canal, si están cansado de tener un mal día comienza por sonreír nada más abrir los ojos y obligar a tu pierna derecha tocar el suelo, si te molesta que nadie apueste por ti... apuesta tú por ellos, imagina la noche perfecta y después hazla realidad, si odias la rutina haz algo distinto por muy mínima cosa que sea, y así... poco a poco con cada cosa, con cada error o con cada herida, porque para ser feliz... solo hace falta querer serlo, porque para ganar una batalla... solo hace faltar luchar en ella, y porque para que alguien pueda quererte... antes debes quererlo con todas tus fuerzas.
El otro día en uno de esos típicos días en la vida de alguien en los que das una vuelta despejando tu mente, escuché que un hombre dijo: "Si quieres cambios, no hagas siempre lo mismo".
Hubo un día en que conocí a un hombre que me cambió la vida, no prometió mundos, no dijo que me quería cuando aún no era así, tampoco pidió que lo esperase, ni si quiera quiso que lo siguiera constantemente cuando él quisiera que así fuera.
Somos idiotas al no cansarnos de escuchar siempre las mismas palabras en la misma melodía, en pedir lo distinto y acabar con lo típico, en soñar con una playa y estar viviendo en un bosque. El hombre que te cambiará la vida será el que te lo dé todo sin decir nada, el que vaya a buscarte sin que se lo pidas, el que te llame después de los 5 minutos de haber estado contigo, es el que no te promete el mundo pero sabe que acabará dándote todo su mundo, el que sabe que aún no te quiere pero el que quiere quererte.
No pidas lo que no quieres, no quieras lo que no das, y no hables de lo que no sabes..., tan solo no te conformes con lo que se asemeja a lo que quieres, porque sabes que eso no subirá de nivel, y que jamás alcanzará lo que tanto deseas sentir. Busca lo que quieres, no dejes de hacerlo hasta que lo encuentres, no te detengas en el camino con distracciones, no seas estúpido y pierdas lo real por una sombra que acabará deteriorándose con el tiempo. ¿Cómo saberlo? Eso es lo mejor, que si algo quieres, algo te cuesta, y no lo conseguirás hasta que no arriesgues y apuestes por ello, pero hay un primer paso... Cierra los ojos, ¿qué sientes? Ahora ábrelos... y vive.
Ven... siéntate, escúchame atentamente porque no lo repetiré dos veces, quiero que lo entiendas desde el principio porque... estoy cansada de este ir y venir constante sin saber lo que realmente buscas en mí.
Nos miramos, sonreímos como completos idiotas y... no nos importa, nos gusta sentirnos idiotas, nos gusta que la gente nos vea de la mano por la calle, que se pregunten qué seremos o qué podríamos llegar a ser, nos hablamos cada hora y media aproximadamente, nos apoyamos en lo bueno y malo, nos besamos como si eso fuese lo último que pudiésemos hacer en la vida, nos abrazamos temiendo que el momento acabe antes de lo querido, y hacemos el amor entrelazando nuestras manos y sonriendo... siempre sonriendo.
Mírame, somos una pareja... estamos juntos, ¿lo sientes? No cambia nada, no nos unen dos cadenas, pero ahora sé que tampoco nos separan dos mundos, porque ahora puedo sentir como tú estás dentro de mi mundo, y solo quería que lo supieras, solo quería saber si tú compartías mi idea. No tengas miedo... seguiré siendo la misma, te seguiré llamando cariño si no prefieres amor... no te pediré más que un beso de buenos días y otro de despedida, cariño... las cosas no tienen por que cambiar si tú no quieres que cambien, pero solo quería que supieras que yo necesitaba saber que pertenecía a tu mundo, porque puede que no cambie nada para ti... pero a mí ya me estás insinuando que no tenga miedo... que si yo caigo tú caes conmigo, así que espero que estés más tranquilo porque ¿lo ves? No comienza a llover, no se aparta el sol de nosotros, tan solo... sonrío con más fuerza sabiendo que te tengo en mi mundo, y sabiendo... que no te voy a dejar escapar.
Detente, deja de pensar, hablar o de hacer lo que estés haciendo, piensa por un segundo en un momento ¿vale? pero un momento... especial, importante para ti.
Imagina dos caminos, ninguno mejor que otro, ninguno correcto o incorrecto, tan solo dos caminos por los que vivirás y sentirás cosas distintas por unas u otras personas, no te intento hacer ver lo que puede ocurrir en cada camino, intento hacerte ver que debes escoger un recorrido.
No lloró, no sintió miedo, ni si quiera quiso volver la vista atrás para ver si él estaba ahí, lejos... pero ahí, ella tenía tan claro que su vida estaba con el que sabía que sus caminos se volverían a encontrar, quizás en ocasiones ella tuviese que ir más despacio para que él la alcanzase, o quizás todo lo contrario, pero... daba igual mientras ella lo sintiese cerca, mientras ella supiese que él no se había marchado.
Sin embargo... me equivoco al creer que sonríe porque confía en él, al creer que es feliz caminando esperando que él agarre su mano pero sola al fin y al cabo, porque ella ahí donde la ves tan solo siente el mayor miedo de su vida a darse la vuelta... y descubrir que él no está.
No temes querer, temes que no te quieran, temes el hecho de amar a alguien y que ese alguien no sienta ese sentimiento con tanta fuerza a como lo sientes tú, temes enamorarte porque sabes que después no hay marcha atrás, temes que ese amor se marche de tu lado, que lo poco que tenías de él acabe en nada por intentar siempre conseguir algo más, tienes miedo a que te hagan daño, y no me lo puedes negar... Sé que tienes miedo a tomar la decisión incorrecta, de equivocarte y que después no se pueda solucionar, pero deja que te diga una cosa... Nada de esto depende de ti.
Tú puedes mentirte, puedes taparte los oídos a lo que la gente te grita, puedes cerrar las ojos al mirarlo, e incluso puedes estar con otras personas sabiendo que no podrán ser tan importantes para ti a como lo podría ser él pero... tú no decides, tú no puedes equivocarte porque no escoges nada, tú no decides de quien te enamoras, si fuera así... yo misma habría decidido hacerlo de aquella persona que tanto me quiere y tan dispuesta está a cuidar de mí, pero solemos tender a complicarnos la vida... a sufrir por amar a alguien y machacarnos por ello cuando lo cierto es que nosotros... no hemos hecho nada.
Tú no decidirás dejar de amarla, tú no serás capaz de hacer oídos sordos todo el tiempo, pero... tú si que puedes ser el culpable de perderla por tu miedo a quererla.
Considerabas tu tiempo oro, realmente creías que no estabas para perderlo, y de la noche a la mañana descubres que tu tiempo es valioso dependiendo de con quien lo compartes, y de un día para otro encuentras a una persona a la que quieres dárselo todo y no le pides lo mismo, tan solo te basta con tiempo, con parte de su tiempo.
