domingo, 30 de enero de 2011

Lo ves.

     Abres los ojos y lo ves. Todo está tan claro. Él y tú. No hay manchas borrosas, no hay piedras en el camino, solo está su sonrisa y su mano pidiéndote que le sigas. En ese momento sabes que es él. Él es lo que tanto llevabas buscando, él a pesar de sus errores y las lágrimas que te causó lo que tanto anhelabas. Lo tuviste, durante poco segundos, pero fue tuyo, aquella sensación creíste no volverla a tener nunca más, sabías que lo mejor era dejarlo marchar, huir hacia otro camino, pero después de mucho años, después de mucho tiempo, él vuelve. 
     Tu vida es otra, tus amigos de verdad siguen siendo los mismos, has decidido estudiar otra cosa, te has cortado el pelo, te has hecho un nuevo pendiente, has perdido a alguien importante, has madurado y sonreído por ello, pero a pesar de todos los cambios en tu vida, lo ves... y sigue siendo como en el comienzo. Nada ha cambiado en lo que a él respecta, sigue teniendo ese lunar que tanto te gustaba, sigue haciéndote sonreír como cuando eras niña, sigue llamándote por tu apodo en vez de por tu nombre real, sigue jugando a que no ocurre nada, y después de todo lo que pensabas, que él no te merecía, que se había portado mal contigo, que te merecías algo mejor, después de todo aquello lo ves, y nada tiene importancia, has conocido a más gente, has vivido otros amores, pero nunca pudiste compararlo al de él.
     Lo ves, y tu vida cambia, decides darle una segunda oportunidad, decides ir con el ojo abierto pero con tu mano aferrando la suya, quieres olvidar el ayer y vivir un hoy. A lo largo del tiempo has aprendido algo... la gente cambia, tanto para bien como para mal, todo depende de quién lo mire, y estás dispuesta a comprobar si él merece la pena, si aquello que sentiste hace tanto años... puedes volver a sentirlo. 
     Lo ves, te diriges hacia él sonriente, te alegra verlo, sabes que aquello será un nuevo libro. Te mira y te sonríe, y tú muy despacio le murmuras:
     - Me alegro de volver a verte...

jueves, 27 de enero de 2011

Nothing.

     Una persona especial se encuentra pocas veces en la vida, alguien que te haga sonreír sin decir nada se descubre pocas veces, alguien que te escuche, te quiera y te tenga en todos sus sueños, eso... eso no se encuentra todos los días.
     El ser humano en el amor en lo que respecta a día de hoy, ha sido capaz de amar a 1000000 Kilómetros, ha conseguido dar la vida por alguien, ha soñado con el amor de su vida, ha permanecido junto a alguien durante casi 60 años, ha sonreído por el mismo chiste durante muchos días, ha llorado y reído aprendiendo a levantarse y a luchar por lo que quiere, ha ignorado el mundo entero cuando una única persona era su mundo infinito, no le han importado las reglas, siempre ha acabado por hacer lo que su corazón le grita, ha sido capaz de esperar mucho tiempo creyendo en algo que no tenía por qué existir, ha recorrido el mundo entero por alguien desconocido, ha corrido bajo la lluvia en pleno invierno persiguiendo el rostro de alguien especial, ha mentido, manipulado, e incluso fingido cosas, con tal de estar más cerca de la persona a la que ama, y a día de hoy, millones de personas permanecen a sus 80 años aferradas de la mano junto a la persona que aman, quizás en un porche, o en un sofá viendo el partido del Barca mientras ella sonríe recordando la misma escena hace 30 años, o quizás los dos estén juntos en una residencia, pero esas personas podrían decirte en pocas palabras lo que es el amor. Yo no soy una de esas personas, sueño con algún día serlo y poder contarlo, pero a ellas nada ni nadie las ha podido separar, han discutido, llorado, gritado, a veces incluso insultado, pero... somos humanos, reír y llorar están en el mismo nivel, depende de cada uno lo que desee hacer. 
     Nada es imposible, nada es improbable, nada es inevitable, nada será lo que tú no quieras que sea.
     Por suerte o por desgracia, vida solo hay una, no la malgastes llorando o soñando lo que pudo haber sido, espera si hace falta y si crees que vale la pena, pero siempre lucha por lo que crees. Cuando Colón dijo que había mundo al otro lado de la tierra, nadie lo creyó, pero eso no le impidió coger un barco y navegar hacia ello, él creía en sí mismo, creía en su locura de la vida al otro lado, y... pudo acertar o fallar, en este caso acertó. Tú puedes hacer lo mismo, así que... ¿por qué no intentarlo? 

Tú.

     Tener en tus manos la oportunidad de cambiar el mundo, ser capaz de conseguir que miles de personas sonrían, dar esperanzas cuando eso dejó de existir, creer en quien nadie cree, ser capaz de ver lo que hay tras la oscuridad, sorprenderte por el nada, imaginar lo que nadie quiere, contar tus mejores momentos con los dedos de las manos, conseguir llorar y reír al mismo tiempo... 
     Tú, tú que eres la que necesita que alguien le diga lo linda que es cada día, que alguien le acaricie la mano en un suspenso, que una amiga la abrace cuando sepa que lo necesita, tú que das y tienes, tú que estás deseando descubrir o que ocurra algo nuevo, algo mejor que todo esto, pero lee algo... lo que tienes, quizás sea lo que mejor que puedas tener, mas vale algo que nada, mas vale un amigo de verdad que cientos de mentira, mas vale una verdad dura a bonitas mentiras, siempre mas vale conseguir algo a no tener nada... 
     Tú, esa persona que reparte alegrías, que se levanta con el pie derecho y el izquierdo a la vez, tú eres alguien entre un billón, pero alguien especial... ¿por qué razón? Por el simple hecho de que eres tú, y de que nunca habrá una imitación ni una réplica tuya, por el simple hecho de que nadie es ni será mejor que tú, por el hecho de que tus pensamientos, impulsos, sonrisas, momentos, sueños... todas esas cosas que te rodean los 365 días de cada año, todas esas cosas nadie las podrá tener, pensar, o lo que sea.
     Tú, que crees ser uno entre en billón, yo te digo que... eres especial, quizás tú no lo hayas descubierto, quizás nunca lo descubras, pero no importa, los demás lo saben, y siempre conseguirán que esa pequeña idea... se te pase por la cabeza. No te creerás especial, pero... ¿sabes qué? Eres especial.

lunes, 24 de enero de 2011

Primer Amor.

     ¿Qué tienes miedo? ¿Crees que los demás no? Todos tenemos miedo a que nos hagan daño, a sufrir por algo, a sentir más que la otra persona, a alcanzar la felicidad, ya que de esa manera te sería muy complicado seguir allí por mucho tiempo, pero... ¿acaso no todos lo hemos intentado? Todos hemos tenido a nuestro primer amor, ese que salió mal, o ese que duró toda la vida. Puedes tener esa suerte, que tú seas para él y él sea para ti, o... que con ello aprendas.
     Te voy a decir una cosa, llorarás, se te quitará el apetito, dejarás de verle importancia a los estudios, te consolarán tus amigos y amigas, y todos te dirán lo mismo... si tuvo que ser así, por algo será. Y pasarán los días y aunque te parezca muy complicado, créeme, lo olvidarás, llegará a formar parte de tu vida como una persona más, o ni si quiera eso, quedará en el ayer y en el libro de tu vida marcado con rojo, porque fue algo importante e inolvidable, pero tan solo eso...
     ¿Qué tienes miedo? Te entiendo... pero cierra los ojos e imagínate lo que quieres decir y hacer, ábrelos y hazlo, ¿qué perderás? Podrás conseguir lo que soñaste, podrás llorar por no tenerlo jamás, pero sabrás lo que ocurre, y eso vale más que tus miles de fantasías día tras día, sentada en tu sillón viendo una película de amor, tumbada en tu cama soñando con el beso perfecto... Ese día, el día en que seas capaz de contar todo esto por haberlo experimentado, ese día esforzarás una sonrisa por darte cuenta que ya no eres una niña, ya no eres esa chica que soñaba despierta con el momento y las palabras perfectas, ahora tan solo eres una chica viviendo en el mundo real, agradeces el haber aprendido, pero en el fondo te entristece haber dejado de soñar, era una bonita mentira... y ahora es cuando yo te afirmo que tampoco tengas miedo por eso, en el amor nada cambia, siempre es lo mismo, conoces a alguien especial, alguien que puede cambiarte tus desilusiones, una persona... que te resalta de las demás, y es ahí cuando vuelves a ser la niña, que vivió su primer amor...

sábado, 22 de enero de 2011

Feliz.

     Y por alguna extraña razón tan solo quiero reír, tan solo quiero salir por ahí, despejarme, sonreír por todo lo que tengo, emocionarme por todo lo que tendré, saltar por poder hacerlo, bailar por no tener vergüenza, gritar para que el mundo me escuche, ahora tan solo quiero demostrar que soy feliz, que... a pesar de que todos tengamos nuestros problemas, nuestras pequeñas cosas imposibles, y nuestra impotencia de luchar contra algo inevitable, a pesar de todo eso... estoy aquí, tengo la gran suerte de vivir cada día como si fuese el último, de saber aprovechar cada momento, de ver siempre el vaso medio lleno, de saber reír cuando quiero llorar, porque... ¿de qué me sirve no hacer nada de esto? Debo pensar en todo lo bueno, lo malo está ahí al igual que lo bueno, depende de cada uno en lo que decidas fijarte, pero ¿qué es vivir? ¿Mirar todo lo malo en la vida? No lo creo... siempre hay más cosas buenas que malas, tan solo vasta con observarlas y sentirlas, todo lo bueno sabemos que dura poco, por lo que... ¿por qué no aprovecharlo hasta el último segundo?

Murphy.

     Apartas la vista del ayer, y echas una pequeña visión al hoy, descubres que no estás sola, que alguien se está asomando por tu vida, no sabes si es por casualidad, o si solo le pica la curiosidad, pero esperas, te sorprende querer quedarte allí, sentada en cualquier lugar a cualquier hora, esperando a que vuelva a asomarse. Ves a la gente pasar, crees que no llegará, que... pasó y se marchó, y entonces recuerdas que siempre es lo mismo, siempre crees que te encontrará, siempre sueñas con que aparecerá, y... ¿por qué no salir a buscarlo? 
     Abres los ojos, sientes que estás perdida, pero no te preocupa... porque también sientes que él está cerca, puede que no sepas quien es, puede que solo te haya llamado la atención el pequeño detalle de verlo de lejos, pero algo te incita a buscarlo, a saber qué ocurre si lo conoces, qué pasará si sabe quién eres, puede que todo acabe en un banco esperando a otra persona, o puede que... haya valido la pena salir en su busca. 
     En esta vida, las cosas nunca se saben si no se intentan, ¿qué pueden salir mal? Claro que pueden, es más según un estudio con la Ley Murphy, si algo puede salir mal... saldrá mal, pero siempre vale la pena intentarlo, por el simple hecho de vivirlo, de tener algo que contar, de experimentar una nueva experiencia, y sobretodo de descubrir si fue lo correcto salir del aquel lugar, si vale la pena correr tras algo cuando... tu corazón te lo pide. Así que... yo no conocí a el Murphy ese, pero me da igual, intentaré todo aquello que vea por el simple hecho de poder decir, que no todo sale siempre mal, porque también si algo puede salir bien... quizás y solo quizás saldrá bien, pero con ese quizás, vale la pena intentarlo.

viernes, 21 de enero de 2011

Fotografía.

     Una imagen, algo que proyecta un momento, que te invade en un instante, que te detiene en el tiempo y te ayuda a volver atrás, justo hasta ese momento.
     Una fotografía, una sonrisa, una lágrima o... qué se yo, algo congelado en el tiempo con un sencillo disparo, con los años da vueltas y vueltas, con el tiempo pasa de un sitio a otro, y un día decides que esa fotografía se merece ser recordada día a día. No quisiste enmarcarla hace mucho tiempo por la simple razón de que te encantaba aquel momento, te encantaba hasta tal punto que jamás comprendiste por qué tuvo que acabar, que nunca pensaste el cuándo acabó realmente.
     Un momento, grabado por una persona, revelado por otra, y recordado por muchas. Si hay algo que llame tanto la atención de una imagen, es el imaginar qué ocurrió, el pensar cómo se sentían esas personas en ese mismo instante, en ese segundo en el que sus rostros quedaron atrapados para siempre, en pensar las miles y miles de vueltas que da la vida, desde un día una foto con tu mejor amiga, hasta un año en que no recuerdas quien es esa chica, desde el primer amor de tu vida grabado con sonrisas, hasta el querer acabar con todos los momentos de algo que terminó.
     Una vida, tan solo un segundo detenido en el tiempo de los millones que tienes al día, algo... muy valioso, y algo irrepetible. Los recuerdos... acaban por olvidarse, pero las imágenes siempre tu ayudarán a devolverte ese hermoso recuerdo, un recuerdo escrito... en una fotografía.

martes, 18 de enero de 2011

¿Razón?

     Llega la hora de marcharte, la hora de que te despidas de aquello que tanto has querido, aquello que creíste que duraría para siempre, es el momento... ¿perfecto? ¿ideal? Para ti no, para ti tan solo es otro momento en la vida en que debes alejarte de aquello que quieres, ¿por qué? ¿Quién no se ha dado cuenta alguna vez que lo mejor es alejarse de aquello que se desea? Porque sabes que en un corto futuro eso te hará daño, eso podrá hacerte soñar de tal manera, que quizás nunca quieras despertar. 
     Y ahí estás, alejándote de lo que quieres, de aquello que por un segundo creíste conseguir, pero llegó a ti la razón, esa que te lleva a la realidad, esa que te obliga a dejar de soñar y a ver la realidad, debes saber lo que te conviene, debes...
     ¿Hola? ¿Acaso alguna vez el ser humano le ha hecho caso a la razón? ¿Por qué ibas a tener que hacérselo tú? Es el momento de equivocarse, de cometer todos los errores que quieras, de aprender y volver a tropezar, de ser fuerte y llorar, es el momento Perfecto para volver atrás.
     Sueltas todo cuanto llevas en la mano a pesar de que no llevas nada, te das la vuelta y derramas una lágrima de entusiasmo, vuelves a sentir lo que aquel segundo te proporcionó, esa ilusión de aprender a volar y reír al mismo tiempo, esa razón que no entiende al corazón, y te dejas llevar por ello, por tus sueños y sentimientos, corres y corres olvidando los pensamientos de antes, ahora sabes lo que quieres, realmente siempre lo has sabido, pero ahora vas a por ello, ahora no vas a escuchar a tu razón, ahora vas a hacer locuras y a creer en las hadas como cuando eras niña, ahora vas a por él sea como sea, porque al fin y al cabo... ¿qué importa la razón cuando lo importante es lo que te dicta el corazón?
     - "El corazón siempre tendrá razones... que la razón desconoce".

domingo, 2 de enero de 2011

Promesa.

     El mundo entero se detiene, tienes la gran oportunidad de formar un momento congelado, de hacer de la nada un todo, y después de tanto tiempo... lo consigues.
     Conoces a alguien, a alguien especial y diferente a los demás, una persona que además de sonrisas, lágrimas, caricias, además de todas esas cosas, te aporta algo inigualable, te aporta Una Promesa.
     Palabras... algunas se las lleva el viento, y otras pocas quedan grabadas en tu mente, grabadas por una razón especial para ti, porque a pesar de que no lleguen a formase, a pesar de que no lleguen a demostrarse, a pesar de todo eso... se dijeron, salieron por la razón de algo, y eso no lo puedes olvidar. 
     Una Promesa queda grabada en tu mente, queda escrita en tu vida, una promesa es algo valioso y eterno, es... algo con lo que se tiene toda la vida para hacer realidad, con ella no hace falta la vista, ni el tacto, tan solo hace falta tu corazoncito, ese que aunque pasen los días, los meses o los años, nunca pierde la esperanza de que aquella promesa se haga realidad, aunque las cosas cambien, aunque consigas estar a 2000 kilómetros de esa persona, la promesa es eterna, la promesa te perseguirá el resto de tu vida en lo más profundo de tu corazón, y quizás y solo quizás puede que llegue el día en que esa persona que prometió vuelva, y pregunte... ¿La recuerdas? ¿Recuerdas aquella promesa? Y tendrá todo el derecho a mostrártela, a recordarla contigo, porque tu alma, tu mente o lo que quiera que sea, no ha podido olvidarla nunca, has estado tiempo sin darle importancia, tiempo prometiendo otras cosas, o tiempo escuchando que te prometían otras cosas, pero esa persona vuelve para hacer su promesa realidad... porque ese alguien sabe que su promesa está escrita, y es hora de cumplirla.

sábado, 1 de enero de 2011

Despertar.

     Tú me has demostrado que los sueños se hacen realidad, tú me han enseñado que se puede querer aquello que no se ve, contigo he vuelto a ser niña, contigo he deseado la eternidad, a tu lado he jurado un “para siempre”, contigo y solo contigo comencé a creer en lo imposible, tú me has gritado quién soy, contigo he aprendido a querer, he aprendido a olvidar lo insignificante para que tú ocupases toda mi mente, contigo no quise ni más libros ni más páginas, con tu mirada supe lo que era el cielo, con tus caricias juré lo infinito, y… cuando pensé todo esto, cuando me di cuenta de todo lo que he aprendido a tu lado, desperté.
     Pero desperté con algo en la mente… algún día te encontraré, porque la imaginación puede traicionarte, pero no tanto… tú estás ahí, en algún lugar del gran mundo que nos rodea, quizás estés en la habitación de al lado, o puede que estés esperándome en la otra punta del mundo, pero lo único importante es que estás ahí… en algún lugar pidiéndome que siga creyendo en lo que no veo… pero en algo que algún día tendré, y por ello vale la pena que espere toda mi eternidad, tan solo por tenerte un minuto junto a mí, un minuto en el que te contaré todo lo que he aprendido gracias a ti, un minuto que valdrá la pena por todo, un minuto en el que… veré aquello en lo que tanto he creído hecho realidad.